lunes, 4 de agosto de 2008

Pablo Valdebenito: "Modelo para Armar"su exposición en Sala Viña del Mar.




La contemporaneidad postmoderna permite que hoy convivan tendencias artísticas muy diversas y que en otros tiempos hubiesen sido consideradas antagónicas. A la par asistimos a las zonas en que se traslapan obras que están concebidas con un concepto donde la factura es justamente lo contrario a lo que lo el arte conceptual inicialmente concibió: privilegiar la idea por sobre la materialidad de la obra.
Por lo contrario, aquí asistimos al justo equilibrio en que las obras son concebidas potenciando las ideas con una factura de un rigor extraordinario. Pablo Valdebenito demuestra que esa pugna ha sido artificial, retoma a un Leonardo que decía: la pintura es cosa mentale.

Es en y desde este intersticio que trabaja Pablo Valdebenito en su Exposición en la Sala Viña del Mar de la I. Municipalidad y Corporación Cultural de dicha ciudad.

Jorge Salomó dice que las obras tienen como eje el sentido de rearmar barcos para luego emprender un viaje. Valdebenito señala: “El mar tiene un símbolo muy especial que es prepararse para una búsqueda interior, para encontrarse uno mismo en constante rearmado”

Cincuenta obras donde, entre otras, la embarcación es tomada desde su condición literal y construida -centímetro a centímetro- con una estructura plástica de gran solidez tanto pictórica como de unión milimétrica de materiales distintos y convergentes, como las cuadernas amarran estructuralmente a un barco. Es una labor de ingeniería para los sentidos, sustentada en la armonía sutil y siempre tonal cambiante desde bolsas de té, superficies teñidas para ser puestas allí y no en otro lugar, evocativo del mosaico bizantino de la más pura escuela, entendida ésta como disciplina que ordena los actos, en este caso, artísticos con una gran sensibilidad.

Por otra parte, hay cuidadas disposiciones de maderas alternados con otros materiales, dispuesto en enmarques de vidrios, que citan -una y otra vez- las alternativas de la sección aúrea, en que la parte menor es a la mayor como ésta lo es al todo. Es una cita a Mondrian de otra forma, con pleno dominio. La Divina Proporción presente en toda creación es aquí trabajada con una sensibilidad ajena a toda afectación y de allí su extraordinario acierto en cada uno de los trabajos rigurosamente realizados, muy bien seleccionados y expuestos en una zona de la Sala Viña del Mar que crean un silencio por sí mismos de contemplación. Cada uno de los pequeños amarres de paquetes es el fruto de una composición muy cuidada. Los sobres de cartas dispuestos aparentemente al azar, son trabajados con la tonalidad que da el té medido en su teñido, con exquisita fruición en su armonía.

No cabe duda que nos encontramos con un artista en que el fluir de sus ideas y conceptos es materializado en una plena interacción del hacer bien hecho.
Una obra nacida del rigor y del instalarse una y otra vez ante lo que va a construir y donde, en un instante, todo comienza a fluir producto de la concentración y constancia que le es ineludible: la necesidad de crear.

Daniel Santelices Plaza







No hay comentarios: